La pandemia del COVID-19 es una emergencia sanitaria y social de orden mundial que requiere acciones efectivas por parte de los gobiernos, las personas y el sector empresarial e industrial.
Estos últimos juegan un papel fundamental en la minimización de la probabilidad de transmisión y el impacto en la sociedad. La adopción de protocolos de bioseguridad reduce los riesgos de corto plazo para los empleados y los costos de largo plazo para las empresas y la economía en general.
Los protocolos de bioseguridad brindan orientaciones al sector empresarial e industrial, frente a las medidas que puede implementar una organización con ocasión de la pandemia por COVID-19.
Las recomendaciones de los organismos de control indican la necesidad de que las empresas creen un plan de contingencias para garantizar el normal funcionamiento de las mismas durante el tiempo que dure la pandemia.